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Una pasión a prueba de internet

Lne.es el 21-09-2011, 10:48 (UTC)

El grupo de radioaficionados reunidos en Cangas del Narcea. pepe rodríguez
Cangas del Narcea,

Pepe RODRÍGUEZ

Es difícil imaginar, para quien lo observa desde fuera, lo que mantiene activos a los radioaficionados en plena era de las comunicaciones por Internet. En su día, esa tecnología unió a gentes muy diversas a través de los mensajes radiados y alcanzó gran popularidad. Hoy resulta una forma anticuada de comunicarse ante el alcance y la inmediatez de Internet, máxime con la entrada en escena de la llamada web 2.0 y las herramientas de comunicación que lleva aparejadas, como las archifamosas y archiutilizadas facebook y twitter. Y, pese a todo, en Asturias aúnj queda más de un millas de radioaficionados. Unos ochenta se reunieron el pasado sábado en Cangas del Narcea, con un motivo especial: rendir un homenaje a Gerardo Calzón, jefe provincial de Telecomunicaciones, quien se ha jubilado en este año.

Estos radioaficionados defienden, con pasión, lo que para ellos es una forma de entender de las relaciones a distancia, y lo hacen con criterios fácilmente comprensibles como la fortaleza, a prueba de catástrofes, de las ondas de radio.

Los organizadores del encuentro celebrado en Cangas del Narcea fueron dos representantes de los radioaficionados cangueses, Franciso Ojea y Ramón Martínez, aunque ellos prefieren ser nombrados por sus alias en la radio, EA1HNO y EA1CZ, respectivamente.

Ambos explican lo que les llevó a promover el homenaje a Gerardo Calzón. «Este hombre ha sido fundamental en nuestra afición. Siempre ha colaborado con nosotros y nos ha apoyado en todo lo posible. Siempre solucionó los conflictos que se produjeron dialogando y buscando vías pacíficas, lejos de los tribunales; echó una mano con las licencias, con el papeleo... fue un jefe de servicio magnífico y se merecía este homenaje».

El encuentro sirvió para que se viesen las caras muchos de los que hablan habitualmente por la emisora y para poner de manifiesto lo que hace especial esta forma de comunicación: «a pesar de todas las grandes herramientas de comunicación actuales, la radio es fundamental en caso de grandes catástrofes. En caso de que ocurra algo realmente malo, como un terremoto, lo más normal es que las líneas telefónicas dejen de funcionar y nosotros tenemos autonomía como para comunicar unas comunidades con otras y sabemos los puntos donde colocarnos para alcanzar el máximo rango y hacer llegar los mensajes».

Su labor está en perfecta sintonía con la de protección civil y, por ejemplo, el 11 de septiembre de 2001, cuando cayeron las Torres Gemelas de Nueva York, la policía hizo uso de estas redes para mantener la comunicación entre los agentes. También demuestran que pueden ser muy importantes a la hora de atender accidentes, ya que cada receptor puede ser transformado en un GPS.

Todo ello bajo la Red de Radioemergencias (REMER) que, aseguran, es enormemente eficaz. Esta clase de comunicación disfruta de gran respeto en multitud de países, que la consideran a prueba de desastres y una red de seguridad en caso de que todo lo demás falle.

Franciso Ojea y Ramón Martínez resaltan que «las radios pueden funcionar hasta con placas solares y todas tienen baterías independientes. Esto hace que sean autónomas y funcionen cuando todo lo demás deje de hacerlo». Ambos radioaficionados se muestran muy contentos por la jornada de homenaje y por haber podido «robar» la organización a las ciudades del centro de la región. La excusa para lograrlo fue, cómo no, el vino de Cangas: «preparamos una jornada en la que visitamos el Museo del Vino y fuimos a las Bodegas del Narcea a hacer una cata. Tenemos que agradecer a la IGP, a los bodegueros y al director del Museo todo el empeño que pusieron y el gran trato que nos dispensaron. Nadie se fue de aquí sin su botella de vino», concluyen.

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